La Superintendencia de Transporte ha revelado datos preocupantes acerca de la cantidad de quejas recibidas en los últimos años, con un incremento notable en el sector aéreo. Desde 2019, el 77.67% de todas las quejas registradas pertenecen a este sector, lo que incluye aerolíneas y agencias de viajes, un claro indicativo de las áreas críticas que requieren atención inmediata por parte de las autoridades y las empresas involucradas.
En el recuento total, desde 2019 hasta la fecha, se han registrado 83,250 quejas, de las cuales 24,993 correspondieron solo al año 2023, marcando un récord en el número de reclamaciones. Este alto volumen de quejas resalta la insatisfacción general de los usuarios con los servicios proporcionados, siendo las cancelaciones de vuelos la problemática más recurrente.

Además de las cancelaciones, las quejas sobre demoras y la falta de servicios adecuados durante las mismas son también significativas. La Superintendencia enfatiza que los pasajeros tienen derecho a compensaciones específicas dependiendo de la duración de la demora. Por ejemplo, para retrasos de más de una hora pero menos de tres, se deben proporcionar refrigerios y acceso a comunicación telefónica; para demoras que superen las tres horas, se debe ofrecer una comida adecuada al horario.
La situación se agrava cuando los retrasos superan las cinco horas, momento en el cual, además de la alimentación, la aerolínea está obligada a compensar con un pago adicional del 30% del valor del trayecto. Si la demora extiende la espera más allá de las 10:00 P.M., se requiere que la empresa ofrezca hospedaje y transporte entre el hotel y el aeropuerto, garantizando así el bienestar del pasajero durante interrupciones prolongadas.
Ayda Lucy Ospina, la superintendente de Transporte, destacó la importancia de estas cifras y la necesidad de una intervención efectiva. «Es crucial que los usuarios conozcan sus derechos y que las empresas comprendan la importancia de cumplir con estos estándares para mejorar la calidad del servicio», comentó. Además, resaltó el compromiso de la Superintendencia en trabajar para proteger los derechos de los ciudadanos y socializar sus deberes, a través de programas educativos y material informativo que oriente a los usuarios en cómo actuar frente a estas situaciones.
Estos esfuerzos buscan no solo reducir el número de quejas, sino también elevar la calidad del servicio en el transporte aéreo, asegurando que los derechos de los pasajeros sean respetados y que sus experiencias de viaje mejoren significativamente.