La reforma pensional en Colombia ha dado un paso significativo con su aprobación en el Senado, tras intensas horas de debate. Sin embargo, aún quedan dos debates pendientes en la Cámara de Representantes para su ratificación definitiva. Esta reforma, propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro, busca transformar el sistema pensional del país para garantizar una mayor equidad y sostenibilidad a largo plazo.
Entre los puntos clave aprobados se encuentra el establecimiento de un umbral de 2,3 salarios mínimos para cotizar en Colpensiones, una medida que ha generado controversia y debate entre los legisladores y expertos. Además, se ha decidido que la administración del fondo de ahorro público de las pensiones estará a cargo del Banco de la República, en lugar de Colpensiones, como se había establecido inicialmente.
Entre los aprobados en el debate de hoy, están los artículos 76 y 77. El primero es el que permitirá el régimen de transición a las mujeres de 750 semanas cotizadas y a hombres con 900 y el segundo el que dará una última oportunidad para trasladarse de un régimen a otro por un periodo de dos años.
En medio del debate también pasó el artículo 34, que es el que establece que a pesar de que las personas podrán tener parte de su cotización en Colpensiones y parte en los fondos privados el régimen público será el único pagador.
Igualmente, se aprobó el 90 que indica que tendrán derecho a una pensión anticipada de vejez las personas que padezcan una deficiencia física, psíquica o sensorial del 50 por ciento o más que cumplan 50 años de edad para el caso de las mujeres y 55 para los hombres y que hayan cotizado 1.000 semanas al sistema.
La reforma también contempla un régimen de transición para aquellos que ya han cotizado cierto número de semanas, así como la creación de un sistema de cuatro pilares: solidario, semicontributivo, contributivo y de ahorro voluntario. Estos pilares buscan brindar opciones flexibles y adaptadas a las necesidades de los ciudadanos, con el objetivo de garantizar una protección adecuada para la vejez.
En el pilar solidario se incluirían todos los adultos mayores en situación de extrema pobreza, pobreza o vulnerabilidad, quienes recibirían una asignación mensual superior al umbral de pobreza, estimado en 223.000 pesos, ajustado anualmente por la inflación para garantizar su poder adquisitivo. Por otro lado, en el pilar semicontributivo se pretende proporcionar un ingreso a hombres mayores de 65 años y mujeres mayores de 60 años que han cotizado entre 300 y 1.000 semanas en el sistema pensional, ya sea en Colpensiones o en fondos privados, pero que no han alcanzado el requisito para jubilarse. El componente contributivo constaría de dos partes: el régimen de prima media y el de ahorro individual. En este último, estarían inscritas todas las personas afiliadas al sistema pensional del país, con cotizaciones comprendidas entre 1 y 2,3 salarios mínimos en Colpensiones, y por encima de este límite en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) como Porvenir, Protección, Colfondos y Skandia. Al calcular la pensión, se sumarían ambos beneficios para determinar el monto final a recibir.
A pesar de los avances logrados en el Senado, diversas propuestas adicionales durante el debate, como una pensión diferencial para campeones mundiales o la inclusión de estudiantes en prácticas profesionales en el sistema pensional, no fueron aprobadas. Esto evidencia la complejidad y la diversidad de opiniones en torno a la reforma, que continúa siendo objeto de análisis y negociación en el ámbito legislativo.
La reforma pensional representa un paso crucial en la agenda del Gobierno para mejorar el bienestar de los colombianos en su etapa de retiro. A medida que avanza en el proceso legislativo, se espera que se logre un consenso amplio que garantice la implementación efectiva de medidas que promuevan la seguridad y la dignidad en la vejez para todos los ciudadanos del país.