SOBRE LAS DIFICULTADES FISCALES
Rafael Franco Ruiz, julio 24 2024
Hay gran revuelo por la necesidad de una nueva reforma tributaria con el propósito fundamental de servir la deuda que por errores de políticas financieras ha llegado a niveles inmanejables y el evento requiere creatividad para lograr que la deuda no se pague con nueva deuda o la dedicación de los ingresos corrientes para servirla. La alternativa propuesta por el gobierno es una ley de financiación que por la escasa información conocida se caracterizará por la disminución de la tasa de tributación de las personas jurídicas o por lo menos de algunas, el aumento de tributos de personas naturales y la intensificación de la lucha contra la evasión. Los gremios económicos y la oposición política unidos por identidad ideológica ya rechazan la alternativa, en verdad sin conocerla. Me atrevo a plantear algunos criterios alrededor del asunto en cuestión.
El primer eje propositivo se refiere a las personas jurídicas que no puede ser abordado desconociendo su conexión con la política pública de impulso a la economía popular que tanto molesta a la economía formal según la expresión del presidente de la ANDI. Debe reconocerse que la economía popular es la que más puestos de trabajo genera, asi estos puestos de trabajo no sean empleo asalariado; requiere fuerte apoyo para la estabilidad social. En esta perspectiva se debería abandonar la idea de tasa única de tributación empresarial y en observancia de los principios de igualdad y equidad establecer una tabla progresiva basada en las ganancias reales, en ausencia de cálculos subjetivos individualizados como los derivados de la aplicación de estándares internacionales que están erosionando la soberanía tributaria del país. Ello implica la eliminación de regímenes especiales como los de las zonas francas, muchas de ellas constitutivas de actos de corrupción, cuando se declara como tal, al territorio en que funciona una empresa; las entidades sin ánimo de lucro, muchas de las cuales son en realidad sinónimo de lucro, pues si estás dedican sus recursos a los objetivos sociales proclamados no tendrán lucro y por tanto tampoco tributación.
Un segundo aspecto a considerar es el incremento de la tributación de personas naturales y en ello hay que avanzar sobre la eliminación de beneficios tributarios (aplicable también a personas jurídicas) eliminando las tasas reducidas para inversionistas y beneficiarios de heredad, homogeneizando todas los ingresos y ganancias, estableciendo tablas progresivas de aplicación general, más discriminadas que las actuales.
El tercer aspecto tiene que ver con el control de la evasión y en este aspecto deberían considerarse varios aspectos, en primer lugar la llamada optimización tributaria tan impulsada por grandes firmas que promueven la triangulación para concentrar la ganancia en paraísos fiscales mediante la constitución de empresas off-shore que posibilitan la creación de costos y deducciones mediante figuras como la sobrefacturación de materias primas y las asesorías técnicas, muchas veces ficticias, así como la subfacturación de los productos exportados por la empresa nacional. También debe fortalecerse la represión, la aplicación de sanciones penales para los evasores, bien sean estos contribuyentes de impuestos directos o responsables de impuestos indirectos.
Pero deberían pensarse o mejor repensarse alternativas diferentes o complementarias de la tributación. Una de estas alternativas es la utilización de reservas internacionales que se mantienen sin rendimientos o muy bajos rendimientos. Colombia supera los sesenta mil millones de dólares en reservas (U$60.000.000.000) de los cuales se podrían dedicar una parte a solucionar el problema de la deuda, la cuarta parte representa unos sesenta billones de pesos, un verdadero alivio para la estabilidad financiera porque al disminuirse la deuda se liberan recursos para la inversión y se ahorran muchos intereses, mientras endeudarse para pagar deuda agrava la crisis financiera a pesar de la apariencia de alivios a corto plazo. Otra alternativa es la emisión, como préstamo del Banco de la República al gobierno, pagadero con ganancia futuras. Con creatividad hay futuro.